¿Cada cuánto debo revisar el sistema de Aire Acondicionado?
Conducir es algo que nos encanta pero en el verano, el uso del aire acondicionado es necesario para poder disfrutarlo y no acabar achicharrado por las temperaturas. Movernos en coche por ciudad o ir de vacaciones sin él puede ser un auténtico desastre especialmente en verano, aunque la mayoría de las personas terminan usando el AC todo el año, pues este nos ayuda a desempañar el coche de forma rápida y aumenta nuestra seguridad en carretera.
El sistema de climatización es muy importante y nos gustaría explicarte cómo revisarlo, qué mantenimiento se le debe hacer y cómo comprobarlo en casa.
¿Qué comprobaciones le puedes hacer al aire acondicionado?
El circuito del AC del coche es cerrado. Es decir, si no hay fugas no será necesario recargar el gas del mismo sin embargo, al tratarse de tubos flexibles, es común que haya fugas (sin que estas lleguen a ser graves o incluso sin que llegue a ser necesario repararlas). La falta de gas en el circuito hace que el aire no enfríe de forma correcta y eso significa una cosa: consumir energía sin obtener un buen resultado.
De hecho, la carga de gas no es para nada cara. Puedes acercarte a nuestro taller y, si este es el problema, lo solucionaremos en poco tiempo. Por lo tanto, llevarlo en buen estado es importante para que no aumente el consumo del coche de forma innecesaria. Pues este puede aumentar hasta un 20% el consumo de algunos coches y si no llegase a enfriar, eso supondría todavía más gasto para nosotros.
El aire acondicionado de mi coche emite un olor horrible
Si esto te pasa, habrá que revisar el filtro de aire que será el causante del problema. La función de este filtro es asegurar la calidad del aire y cuando este se ensucia o tiene varios años, es recomendable cambiarlo. También puede obstruirse y, lo que es peor, tener hongos o bacterias que harán daño a los pasajeros. De hecho, los problemas de alergias son habituales cuando no limpias tu coche y lo revisas correctamente.
Estos filtros hay que cambiarlos de forma regular en los mantenimientos programados. Si no los haces, puede que te pase factura y no solo al bolsillo, sino incluso a tu salud.