Por fin ya está aquí el buen tiempo. Llega el sol, las ganas de salir a la calle, la ropa corta y finita y por supuesto, llega el calor. Hay mucha gente que disfruta con el sol y el calor del verano, pero hay otras personas que lo pasan peor e incluso muy mal. Siempre se ha dicho que es más fácil combatir el frío que el calor y todos los veranos podemos poner a prueba dicha aseveración.
Una de las principales armas que usamos en verano para evitar el calor, es, como ya se está viendo, la ropa corta o “de verano”. Adiós a la manga larga y bienvenidas sean las camisetas de manga corta, los vestidos finitos de verano y bienvenida sea la temporada de piscina. Como gusta la piscina en verano, ¿verdad? Pero aunque tomemos todas estas medidas para combatir el calor, siempre, SIEMPRE, nos encontraremos con algo que nos hará sudar de lo lindo: el interior del coche.
En verano, el interior del coche se vuelve un horno, una máquina de generar calor que se multiplica exponencialmente cuando ese coche se queda a pleno sol. Estamos en esas fechas en las que encontrar un hueco para aparcar a la sombra es como si tocase la lotería, aunque por suerte, tenemos el aire acondicionado. Menudo invento el aire acondicionado, que sin importar la temperatura exterior nos permite estar bien fresquitos dentro del coche, siempre y cuando, claro, nos hayamos acordado de revisar, limpiar y cargar. ¿verdad?
Durante estas fechas es cuando nos daremos cuenta de la importancia del aire acondicionado, algo que, por otra parte, es un error común. El aire acondicionado es un sistema que también deberíamos usar en invierno y, de hecho, muy seguramente lo hagamos aunque no nos demos ni cuenta (el botón de desempañar la luna delantera activa el aire acondicionado), pero que también requiere de un mantenimiento periódico, algo que no se lleva a cabo porque sólo nos acordamos del aire acondicionado cuando hace calor.
Lo primero que vamos a tener en cuenta es que no debemos tocar, ni por asomo, el circuito del aire acondicionado. Es un sistema muy complejo que sólo debe tocar un especialista, pues de hacer algo mal, la avería podría ser bastante cara. En caso de necesidad, lo mejor es acudir a un taller especializado donde revisarán y cargarán el sistema sin problemas ni futuras averías. Lo que sí podemos hacer es revisar de vez en cuando que no haya fugas, para lo cual, bastará con echar un vistazo debajo del coche y en el vano motor, revisando los tubos del sistema.
Si has llegado a estas fechas sin revisar el aire acondicionado, te vamos a dar unos consejos para que puedas revisar determinados apartados y en caso de ser necesario, acudas al taller antes de la llegada del fuerte calor. Y lo primero que debemos saber es que el estado de la batería afecta al sistema de aire acondicionado, pues de ella se alimenta el compresor y los controles digitales que lo gestionan. Si la batería está mal, el aire acondicionado no funcionará como es debido.
Otro punto a revisar es el filtro del habitáculo, más conocido como “filtro de polen”. Si el filtro está sucio, se pierde flujo de aire en el habitáculo porque no puede pasar libremente por el filtro como debería. Además, es posible que también entren partículas al interior del coche (como el polen) y que entre suciedad en el circuito del gas del aire acondicionado. También es posible que generen olores desagradables.
Una de las acciones más comunes en verano y que no le sienta nada bien al sistema de aire acondicionado, es ponerlo al máximo según ponemos el coche en marcha. De esta forma, el sistema sufre en exceso sin necesidad y puede acarrear alguna avería, lo mismo que ocurre si usamos el aire acondicionado durante trayectos muy cortos. En este caso, la dilatación y la contracción rápida de los elementos que lo forman (al enfriarse y volver a calentarse rápidamente) puede provocar roturas y fugas. Además, el compresor sufre mucho con los cambios de exigencias tan bruscos.
Por otro lado, si quieres que se produzca un correcto enfriamiento del coche, no pongas los aireadores directamente hacia ti. Estos deben generar una corriente de aire que desplace el aire caliente y lo enfríe mientras recorre el habitáculo. Y esto se consigue cuando se colocan los aireadores hacia arriba o al centro.
En Automotor y ventas sabemos de todos estos inconvenientes y que, será ahora, cuando los usuarios se den cuenta que su aire acondicionado no funciona como debe. Por eso hemos creado algunos paquetes con precios especiales para la revisión y recarga del sistema de aire acondicionado. Por ejemplo, si tienes un coche con más de 12 años, podemos realizar una carga de gas ecológico por menos de 50 euros. Si por el contrario, tu coche está fabricado a partir de 2015, te cargamos el circuito con gas1234YF desde 109,90 euros.
No obstante, los paquetes más interesantes son el pack premium y el pack básico, donde se revisa el sistema de climatización al completo y se recarga con gas R134A, se cambia el filtro del habitáculo, se higieniza el circuito o se revisa que todos los niveles estén correctos (según pack elegido).