Las averías más comunes cuando te vas de viaje en coche
El verano está a la vuelta de la esquina y es necesario revisar el coche de forma precisa para poder asegurar una calidad mínima durante el trayecto. Si solemos usar el transporte público durante el invierno y nos lanzamos con el coche a la carretera en verano, esta visita es obligatoria. Las altas temperaturas sumadas a una gran cantidad de kilómetros pueden hacer que algunas piezas de tu vehículo se rompan si estas han recibido un mal mantenimiento.
Si eres de los que lleva las revisiones al día, seguramente no tengas problemas pero sabemos que esto no siempre sucede. Muchas veces uno tiene el coche parado sin revisiones, sin cambios de aceite correctos, correas a su debido tiempo, etc. Una revisión rápida no viene mal. Los principales defectos que pueden surgir en los viajes son los siguientes.
El aire acondicionado no funciona
Este es un clásico. Con las altas temperaturas en verano es fácil que abusemos del AC. Esta práctica puede hacer que las tuberías que lo transportan se dañen. Las fugas son comunes y muchas veces el AC deja de funcionar de repente. Resulta que el depósito del AC está vacío. Lo más recomendable es revisar al aire acondicionado en verano.
Otra de las piezas que suele romperse es el termostato. Evita problemas con este si haces las revisiones correctas.
El motor no se enfría correctamente
Si la refrigeración del motor falla, podemos dañar el motor entero con un calentón. Conviene revisar que la temperatura no sube de más y que el electroventilador funciona, pues este se encargará de dar aire al motor en caso de temperatura extrema.
La batería no arranca el coche, a pesar de que la primera vez sí lo hizo
Lo mejor que te puede pasar es que el coche no arranque antes de salir de casa. Pues, en caso de mala suerte, lo más normal es que te quedes tirado en cualquier parte. Puede que a la primera la batería si arranque pero si esta está muy deteriorada puede que un viaje en carretera con música, AC, luces, etc. hagan que esta diga: “Hasta aquí hemos llegado…”. Y sí, tendrás que esperar una grúa que te deje continuar en el mejor de los casos, para acudir a cambiar la batería al taller más cercano.
Los neumáticos no están para conducir, ¡cámbialos!
El calor desgasta los neumáticos, no es ningún secreto. Si le añadimos 700 kilómetros a unos neumáticos en mal estado el deterioro de las gomas será brutal. Conviene revisarlos antes de partir, pues estos serán sometidos a una gran exigencia durante las clásicas vacaciones de verano. Asegúrate además que tienen profundidad suficiente pues las trombas de agua en verano son habituales en algunas regiones y si estos no están en buen estado, el riesgo de hacer aquaplash es seguro (derivado del aquaplaning en el que directamente impactas después de sufrir un resbalón con tu vehículo).
El alternador que no carga…
Y sí, la pieza que se encarga de hacer que tu batería se cargue en marcha se llama alternador. Cuando se abusa de este, es posible que se rompa si está deteriorado. Además de eso, también se puede romper la correa que lo mueve. No es de los arreglos más caros, pero sin esta el coche no logrará ni encender las luces. Nosotros te hemos avisado de los posibles problemas, una revisión antes del viaje será tu decisión más sabia.