El embrague, el tercer pedal de nuestros coches que, poco a poco, con la llegada de los eléctricos y los híbridos, está pasando finalmente al recuerdo. El embrague es un elemento que lleva décadas en el automóvil, desapareciendo, al menos en los automáticos, el tercer pedal empezando por la derecha.
Pero el embrague es mucho más que un simple pedal, es un elemento muy importante que, como muchas otras cosas, no se tiene en la consideración necesaria. Empieza a ser tenido en cuenta cuando toca cambio de embrague, algo que se debe hacer mucho más a menudo de lo que se hace y dado el alto coste que conlleva, suele ser una desagradable sorpresa. Sí, el embrague hay que cambiarlo.
Es posible que conozcas casos de un embrague que tiene 300.000 kilómetros, pero también existen casos de embragues destrozados con apenas 20.000 kilómetros. Cómo conduzca cada usuario afecta mucho al embrague y puede reducir la vida del mismo espectacularmente. Y, por si alguien todavía no lo sabía, sin embrague el coche no se mueve. Reparar un embrague no es barato, pues requiere de mucha mano de obra y elevados conocimiento de mecánica, así que conviene tratarlo con mimo.
Cambio de embrague, ¿cada cuanto tiempo?
Si no tienes ni idea de mecánica, te vamos a contar algunas cosas antes de decir cuando se debe cambiar el embrague. Es importante tener claro, aunque sea sólo un poco por encima, del trabajo que realiza este elemento. Es muy sencillo, pero es realmente duro y estresante. El embrague está colocado entre la caja de cambios y el motor y tiene la responsabilidad de unir ambos elementos o de separarlos, algo que ocurre cuando pisamos el pedal.
Cuando pisamos el pedal, lo que estamos haciendo es evitar que el movimiento del motor llegue a la caja de cambios y por lo tanto, también a las ruedas. Cuando iniciamos la marcha, el embrague se encarga de coordinar el movimiento del motor con la caja de cambios y ésta, con las ruedas, generando muchísimo rozamiento, muchísima temperatura y muchísimo estrés. Es ahí cuando un embrague más sufre y más se desgasta. Por eso se dice que nunca debemos dejar el pie apoyado en el pedal de embrague.
Si somos cuidadosos y conducimos normal, no hace falta ser ningún experto o profesional, el embrague sufre lo justo y necesario, alargando el momento de cambio de embrague. Por lo general, el cambio de embrague hay que hacerlo una vez en la vida del coche, siempre que no hagamos nada mal (como dejar el pie en el pedal). Tiene una vida media cercana a los 400.000 kilómetros, aunque conviene realizar una revisión cada 150.000 kilómetros.
Cambio de embrague precio, ¿Cuánto costaría un cambio de embrague?
La posición del embrague dificulta su sustitución, como también dificulta reparar embrague. Hay que colocar el coche en un elevador, quitar una de las ruedas (la izquierda), hay que desconectar reenvíos desde la palanca de cambio, el mando del pedal, las sujeciones de la caja de cambios al chasis y al motor… son muchas horas de mano de obra.
El kit de embrague tiene un precio medio en España de unos 660 euros, un precio que puede subir todavía más en coches deportivos, en coches con embrague bimasa o en coches con tracción total. No es precisamente un coste reducido y por eso, conviene estirar al máximo el cambio de embrague.
Los embragues también sufren averías, pocas, muy pocas, y reparar embrague tampoco es barato. Esto se debe a que la mayoría de las operaciones relacionadas con el embrague obligan a sacar la caja de cambios, pues el embrague tiene su ubicación en la misma carcasa que ésta.
Kit de embrague, ¿en qué consiste?
Un kit de embrague no tiene muchos elementos, aunque son elementos que dado el trabajo que deben realizar, están reforzados y son caros. Concretamente, el kit de embrague tiene tres elementos: placa de presión, un cojinete de liberación y el famoso disco de embrague. Esto es todo. El problema real de estos elementos, es el lugar donde deben ir montados y el trabajo necesario para ello.