El coche me pierde potencia. ¿Qué le sucede? ¿Puedo circular así?

Si tu coche ha empezado a perder potencia puede haber varios motivos. No siempre se tratará de una avería, pero a veces sí. Es por eso que en este artículo nos gustaría explicarte más sobre este tema. ¿Habéis notado que el motor ya no rinde como antes y que pierde potencia? Hay varios motivos por los que esto puede pasar.

El aire acondicionado resta potencia al motor

Este es un problema habitual. Los coches con poca potencia, una vez se conecta al aire acondicionado, suelen perder potencia. Incluso suele aumentar el consumo. Es algo normal. Si notas que al salir del garaje por la rampa el coche no tira como debería, apaga el aire acondicionado y todo podría cambiar.

Los inyectores no están en su momento óptimo

Los inyectores son la parte de nuestro coche que inyecta el combustible en la mezcla que empuja el motor. Pues bien, si alguno se avería, se atasca o cualquier problema del estilo, nuestro coche perderá potencia y aumentará el consumo. Si esto pasa, es necesario pasar por el taller para comprobarlos o arreglarlos en caso de ser necesario. Suelen ser arreglos baratos en coches antiguos y más caros en coches nuevos pero depende del sistema de inyección que tenga el vehículo.

No entra aire suficiente o el turbo está a punto de averiarse

El caudalímetro es esa pieza de la que muchos hablan pero nadie entiende para que sirve. Este mide el flujo de aire que recibe el cilindro y cuando falla, la mezcla no se produce como debería ocasionando falta de potencia. Esta falta de potencia también puede ser motivada por un error en el turbo, o una rotura total. El turbo lo que hace también es inyectar aire, por lo que la sensación puede ser parecida. Si notas que tu coche ya no tiene empuje (o patada) es posible que el turbo esté en mal estado. Deberás ir al taller para revisarlo y que puedan valorar una reparación del turbo.

La electrónica falla

Nuestro coche tiene muchos sistemas electrónicos para controlar los parámetros (sobre todo los nuevos). Cualquier cosa que falle podría hacer que estos limiten el rendimiento del coche. En este caso lo aconsejable es pasar también por el taller para comprobar qué pasa. A veces el coche se pone en modo bajo rendimiento por precaución y no pasa nada realmente (al menos nada grave).

El desgaste también influye

A medida que van pasando los kilómetros todos los coches pierden potencia. También cuando unas pastillas de freno no están en buen estado y rozan los discos, un rodamiento se ha dañado, etc. Es por eso que todo este tipo de desgastes deben comprobarse en el taller para ver si realmente tienen o no solución.

Según el tipo de problema, lo recomendable es no seguir circulando así con el coche (en ningún caso lo recomendamos y menos por mucho tiempo). Si tu mecánico te dice que puedes hacerlo, adelante, pero te recomendamos que ante cualquier síntoma te pases por tu taller de confianza para comprobar si el problema es de menor importancia o podría dañar más componentes de tu coche que luego sumarían mucho dinero en la factura de la reparación.

PIDE TU CITA PREVIA