Al llegar el otoño, es muy frecuente que nos veamos sorprendidos por tormentas, por la “gota fría” o crecidas de los ríos que provocan inundaciones.
¿Qué debemos hacer si en ese momento, vamos conduciendo?
La DTG publicó un reportaje en su revista digital y nos explica que hay varías pautas y recomendaciones en caso de que nos veamos sorprendidos por una gran cantidad de agua en la calzada.
- Lo primero que tenemos que tener en cuenta, es la previsión del tiempo. Evitaremos conducir en condiciones climatológicas adversas y en caso de tener que hacerlo, siempre se debe ir por vías principales, evitando los caminos y carreteras secundarias.
- Debemos prestar atención a los efectos que las lluvias hayan provocado en la calzada, como la aparición de socavones. Además hay que tener en cuenta que si hay inundaciones, vamos a perder el control del vehículo.
En el caso que no tengamos mas remedio que conducir en una riada, os vamos a facilitar unas pautas que sin duda os serán de gran ayuda.
- Lo fundamental es mantener la calma y ser cauto.
- Si se desconoce el camino, lo mejor es salir a una vía principal o llamar al 112 para solicitar información.
- Debajo del aguda, nos puede haber sedimentos que hayan sido arrastrados, como arena, ramas de árboles, troncos, etc. Estos elementos pueden dificultar aun más, la conducción.
- Si el agua ya supera la altura de las ruedas, en este punto se produce una perdida de control por la falta de estabilidad del coche y habría que salir del interior del vehículo.
- Si no podemos abrir las puertas por la presión ejercida por el agua, lo que debemos hacer es salir por las ventanillas.
- Nunca se debe nadar contracorriente, siempre tenemos que hacerlo en la misma dirección de la corriente y orientar nuestro rumbo hacia una de las orillas, árboles o cualquier elemento que nos sirva para agarrarnos y no ser arrastrados.