Los daños en chapa y pintura sin tratar pueden derivar en graves problemasSon pocos los afortunados que no han sufrido algún golpe o rozadura en la chapa y pintura de su vehículo. Quizás por el hecho de ser un daño tan frecuente, no le damos la importancia que merece. Pero, ¿Cuáles son las consecuencias de no tratar este daño a tiempo?

Cada vez más, las carrocerías de los vehículos nuevos, tienen una mejor resistencia a la corrosión. A pesar de ello, muchos automóviles siguen contando con la presencia de acero entre sus componentes, de ahí que el peligro de este deterioro siga estando presente.

Esta erosión se produce por la reacción electroquímica entre los factores ambientales y la superficie que queda al descubierto en la chapa de nuestro coche, dando como resultado la oxidación del metal.

Podemos encontrarnos con dos tipos de corrosión distintos, la interna y la externa.

Cuando nuestro vehículo se encuentra afectado por la corrosión interna estaremos ante el problema más grave. Lo peor de este deterioro de la chapa y pintura es que no sabemos de su existencia hasta que los daños son graves y ya se han extendido hasta el exterior. La corrosión interna suele estar causada por la infiltración de agua condensada entre las porosidades o huecos en la estructura del vehículo.

Cuando los daños son visibles en la superficie de la chapa se trataría de corrosión externa. Su principal causa son los rayazos o golpes en la carrocería (golpes al abrir puertas, gravilla…), pasarlos por alto puede transformarlos en un grave problema.

Si los daños en nuestro vehículo han sido ocasionados por un siniestro, debemos saber que dependiendo de la potencia del impacto podemos haber llegado a dañar la estructura interna del vehículo. Este daño producido por golpes fuertes suele ocasionar deformaciones en la chapa. Estas deformaciones pueden dar lugar a que ante otro impacto el coche no responda de la forma adecuada, ocasionando situaciones de riesgo para los implicados. No debemos olvidar que la carrocería actúa a modo de armadura de nuestro vehículo.

Ante un siniestro leve, que ha causado abolladuras por ejemplo, también debemos actuar. Cualquier golpe en la chapa puede llegar a provocar fracturas o pérdidas de pintura con el consiguiente problema de la corrosión. Es importante tener en cuenta que cualquier problema o deformación en la chapa puede derivar en la debilitación de la misma.

Debemos tener en cuenta, aunque no sea la razón primordial, que si deseamos vender nuestro vehículo, este tipo de daños o alteraciones en la chapa y pintura influyen en su valor de venta.

No debemos olvidar que la pintura de nuestro coche cumple una función mucho más importante que la estética, ya que es la capa protectora del vehículo. Una aplicación de pintura de forma errónea, o un golpe o desconchón puede ser el catalizador de un problema grave. Debemos mimar nuestro vehículo, los lavados y encerados contribuyen a la protección de la pintura, pero lo más importante es: ante cualquier problema, ponerse en manos de profesionales.

En Automotor y ventas cuentas con un equipo profesional con amplia experiencia en reparaciones de chapa y pintura. Nos encargamos de todo (vehículo de cortesía, recogida a domicilio gratuíta, convenio con aseguradoras) , sólo tienes que contactar con nosotros cuando necesites un trabajo de chapa y pintura.