¿Cuántos KM debo hacer al año para saber si compensa un diésel?

La gente se preocupa por su bolsillo, pero a veces de forma incorrecta. Comprar un coche diésel no es para todos y a día de hoy algunos incluso tienen ciertas limitaciones para circular por algunas de las principales ciudades españolas.

Hay una falsa creencia de que los diésel gastan menos y eso es, en parte, cierto. Ahora bien, ¿cuántos KM al año debe hacer alguien para que un diésel le compense? Mucha gente prefiere un mayor par motor, más autonomía y llenar el depósito por menos dinero pero si el precio del coche es mucho mayor, ¿llega a compensar?

No hay una cifra, eso es un gran error

No hay una cifra exacta y de hecho, te vamos a explicar por qué un diésel puede o no compensar o, incluso en algunos modelos, no llegar a compensar nunca.

Según la gama, potencia y equipación que estemos comparando, amortizar un diésel puede llegar a ser muy difícil ya que en coches de gama alta, con 250 CV como algunos BMW, amortizar un diésel puede llevar unos 450.000 km. ¿Vas a tener un coche tanto tiempo?

En otros modelos, sobre todo de baja potencia pero no de bajo peso, puede empezar a compensar el diésel mucho antes, incluso a partir de los 100.000 km de uso. Esto es algo que deberás tener claro, no siempre se cumple. En la mayoría de modelos, según algunos estudios, la amortización llega a partir de los 200.000 km de uso de ahí que la cifra sean unos 20.000 km al año durante unos 10 años.

¿Cómo sé cuando me compensa?

Si hablamos de un mercado de segunda mano, la cifra de venta ya no se puede, a penas, comparar. Ahora bien, existe una fórmula que te permite hacerte a la idea de cuándo un diésel te puede llegar a compensar.

Esta fórmula, aplicada con los precios de venta y tomando en cuenta el precio del combustible (que cada vez se diferencia menos), te puede sacar de dudas.

20.000 km al año, pero durante 8 o 10 años

Ahora bien, si hay una cifra que verás en todos lados esos son los 20.000 km. A partir de esta cifra puede empezar a compensar, pero siempre y cuando vayas a tener el vehículo de 8 años en adelante.

Eso sí, recuerda que la ITV, el mantenimiento e incluso el seguro podría ser más caro, con lo cual, rentabilizarlo se vuelve mucho más difícil. En el mercado de segunda mano la diferencia es mucho menor y si el coche está bien puede llegar a compensar un diésel.

Hay una falsa creencia de que se averían más los diésel pero eso no es cierto. Los diésel tienen más elementos que se pueden averiar (debido, sobre todo, a los mecanismos para evitar la contaminación) pero si haces las revisiones correctamente y respetas el mantenimiento de tu vehículo puede que no vayas al taller a llevarte sustos como cuando huyes del mantenimiento.

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