Distancia seguridad carretera

Hay un apartado que siempre se esfuerzan en recordar desde la Dirección General de Tráfico, algo que nos ayudará a no tener sustos en determinados momentos y, como ellos lo llaman, nos sirve de “escudo protector”. Hablamos de la distancia de seguridad, el espacio que dejamos con el coche que circula por delante nuestra y que resulta vital para evitar golpes por alcance.

¿No sabes lo que es un impacto por alcance? Lo explican en la autoescuela y debería ser un obligado conocimiento para todos los conductores. Se trata del golpe que tenemos con el coche de delante porque no nos ha dado tiempo a frenar, sea porque vamos muy rápido/no habíamos dejado suficiente distancia o sea porque no hemos estado atentos. Se le llama “por alcance” porque “alcanzas” al coche de delante y lo embistes.

Según la normativa, hay que dejar 50 metros entre coche y coche cuando circulamos por carretera, con el objetivo de tener tiempo para frenar sin impactar con el coche que nos precede. Esa distancia debe ser mayor cuanto mayor sea la velocidad, es decir, en un hipotético caso de rodar a 200 km/h, habría que dejar una distancia de al menos 100 ó 150 metros para que diera tiempo a frenar con seguridad.

Hay una forma relativamente sencilla para mantener la distancia de seguridad. Debemos tomar una referencia de la carretera, ya sea una señal, una marca en el suelo, los carteles informativos; cualquier cosa es válida. Una vez tomada, cuando pase el coche que tenemos delante por esa referencia, empezaremos a contar: 1001, 1002… si al llegar a la referencia no hemos terminado con el 1002 es porque estamos demasiado cerca, hay dejar unos cuatro segundos entre coche y coche (deberías poder contar hasta 1004 para que fuera 100% seguro).

La Dirección General de Tráfico también emplea otros trucos para saber la distancia de frenado necesaria. Por ejemplo, si circulamos a 90 km/h, debes eliminar el 0 y elevar el 9 al cuadrado, es decir, multiplicarlo por sí mismo (9×9), así obtendrás los metros que necesitas para frenar desde 90 km/h hasta estar totalmente parado. En este caso, 81 metros. Si fuéramos a 120 km/h, necesitaríamos 144 metros.

En caso de no cumplir con la distancia de seguridad, la multa es de 200 euros y cuatro puntos del carnet de conducir, aunque lo peor de todo es el riesgo de tener un accidente y además, implicar a otras personas en el mismo. Así que si no es por seguridad, al menos hazlo por respeto al resto.