mantenimiento faros

 

Las luces o faros del coche, tal y como ocurre con el resto de la carrocería y las ruedas, están expuestos a distintos tipos de suciedad, a la humedad del aire, a la lluvia y a la nieve, sin olvidar que estos elementos multiplican su acción en zonas de costa salinas o muy soleadas. De hecho, los faros del coche se pueden ensuciar y/o empañar, lo cual impide una correcta emisión de la luz, principalmente cuando el vehículo se deja aparcado durante mucho tiempo a la intemperie. Los faros de los automóviles vienen con una fina película de protección, la cual al pasar el tiempo se quema o se desgasta, haciendo que se vuelvan opacos. Este detalle puede delatar la antigüedad del coche. Basta con observar que los faros se han vuelo amarillos u opacos. La mejor opción es mantenerlos en el mejor estado posible, por varios motivos.

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Razones para cuidar los faros del coche adecuadamente

La película que se utiliza para hacer la capa protectora de las luces es de policarbonato. Este material ofrece grandes ventajas a los fabricantes, ya que se trata de un material muy fácil de moldear y significativamente ligero, Y, al mismo tiempo, es fuerte y resistente. De hecho, ofrece una buena resistencia al impacto y resiste la abrasión, por lo cual es difícil de rayar y es capaz de proporcionar un estupendo grado de transparencia para dejar pasar la luz de la fuente instalada en el coche.

El desgaste y la suciedad de dicha película de policarbonato reduce, en un gran porcentaje, el nivel de iluminación del apartado de luces del vehículo. La capa protectora ofrece una alta calidad, aunque los rayos solares, la oxidación y el polvo, la tierra o las emisiones de carbono pueden provocarle una considerable degradación. Debido a la acción de estos agentes, los faros del coche tienden a volverse opacos o a adquirir una tonalidad amarillenta.

En virtud de todos los aspectos anteriormente citados, los faros del coche se deben cuidar y vigilar su estado periódicamente. Este cuidado va dirigido no solo a mantener la estética, sino también a conseguir la máxima eficiencia en la conducción y la circulación. Cuando las luces delanteras se vuelven opacas, la visibilidad exterior del coche se reduce peligrosamente, lo que puede ocasionar inconvenientes al conducir en entornos nocturnos, lluviosos o con escasa iluminación. También se reducirá sustancialmente la visibilidad cuando haya mucha nieve, tormentas o niebla densa.

La mayoría de los faros delanteros que están fabricados en plástico se pueden limpiar en casa, pero si se trata de faros de vidrio, la mejor alternativa es que los inspeccione y los limpie un técnico experto. Antes de proceder a limpiar los faros del automóvil, lo primero que debes hacer es observarlos a la luz del día, y tambén apagar y encender las luces para determinar el daño que puedan mostrar, y para definir el método de limpieza a aplicar. Muchos conductores están habituados a limpiar los faros de un automóvil, utilizando distintos métodos de limpieza. De todos modos, antes de proceder a limpiar los faros del coche es pertinente realizar un lavado general del mismo o, al menos, la parte delantera, con el fin de eliminar toda la suciedad del frontal.

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Técnicas para limpiar los faros del coche

  • Pulir los faros con una bayeta y pasta dental.
  • Emplear jabón y una lija adecuada.
  • Aplicar alguno de los productos comerciales específicos para limpiar los faros del coche.

Para evitar que los faros de tu coche vuelvan a quedar opacos o amarillos pocas semanas después de su limpieza, es recomendable utilizar un sellador UV, un protector especial para faros en spray o un film protector. De ese modo, prolongarás la eficiencia de su limpieza y tratamiento.