En ocasiones, nos hemos encontrado con clientes que no dan a los fluidos del coche la importancia que deberían. El anticongelante es uno de esos fluidos del motor que a veces se subestima al creer que lo podemos sustituir por agua.

Los anticongelantes son compuestos químicos que se añaden al líquido para reducir la temperatura de congelamiento de los mismos. Gracias a ellos conseguimos dificultar que el agua del motor pueda congelarse dentro del mismo.

El objetivo de este líquido es mantener la temperatura óptima de funcionamiento de nuestro motor. Si este estuviese muy frío podría provocar que el motor trabajase de manera poco eficiente y, si está muy caliente, podría desgastarse hasta provocar una avería.

Existen dos tipos de anticongelantes, los que se encuentran ya diluidos y los que deben mezclarse con agua para conseguir la mezcla adecuada.

A veces, cuando nos encontramos con que el indicador de temperatura del vehículo marca una temperatura muy baja o muy elevada podemos encontrar la causa en los problemas con el anticongelante o a que no disponemos de él.

No es posible detectar la calidad de un anticongelante a simple vista, por lo que recomendamos que vengáis a nuestro taller a que podamos prescribiros uno adecuado a vuestro coche.

El anticongelante debería sustituirse cada dos años o cada 40.000 kilómetros, ya que a partir de ese momento podría haber perdido algunas de sus cualidades. Si no recuerdas cuando lo cambiaste por última vez llámanos ya y pide cita en Automotor y Ventas.