Taller coches eléctricos

La llegada de la electricidad a la industria del automóvil no sólo afectará al propio coche, al uso que se haga del mismo o a la infraestructura, las implicaciones son mucho mayores y llegan incluso hasta la residencia de los conductores y por supuesto, a los talleres. De hecho, estos últimos deberán sufrir una transformación importante, pues actualmente están totalmente enfocados a los vehículos con motores de combustión interna y habrá que cambiar muchísimas cosas.

Según un estudio publicado por el Observatorio de Siniestros Asitur Focus, basado en una encuesta a usuarios de coches eléctricos, uno de los mayores inconvenientes que encuentra es que no hay talleres adecuados. La tecnología eléctrica está plenamente dominada, no es ningún secreto y los especialistas en electricidad aparecen por doquier. Pero la electricidad aplicada al automóvil es muy limitada y los mecánicos expertos en electricidad no son tan numerosos. También se quejan de la poca cobertura que dan las aseguradores en cuanto a coches eléctricos (falta de talleres especializados).

Es cierto que los coches eléctricos son todavía una minoría, pero las normativas están siendo diseñadas para limitar al máximo posible la venta de coches con motores convencionales desde el año 2030 y hay muchos fabricantes que sólo ofrecerán motores electrificados a partir de 2025. Cabe esperar que esas marcas adapten sus talleres tanta con herramienta como con profesionales aptos, pero, ¿Qué pasará con el resto? ¿Cuál será la inversión necesaria para la transformación?

Coches eléctricos

Por el momento no podemos afirmar nada, todavía quedan muchos años para que, poco a poco, se vaya completando la inversión para la transformación a taller de coches eléctricos. Tampoco se conoce exactamente la inversión necesaria para dicha transformación, ni si se podrá contar con una ayuda del Gobierno que pueda facilitar la transición. De todas formas, muchos talleres podrán seguir subsistiendo sin transformación, pues los coches con motores de combustión seguirán circulando durante muchos años más y los talleres “de toda la vida” podrán seguir ofreciendo sus servicios. Tarde o temprano tendrán que adaptarse, pero tendrán muchos años de margen.

No obstante, hay cosas que tendrán que ser básicas en los próximos talleres de coches eléctricos, sobre todo para asegurar la seguridad de todos los clientes y los operarios. La electricidad, si no se maneja como corresponde y siguiendo unas pautas, puede ser muy peligrosa y realmente mortal, los talleres del futuro tendrán que ahondar en este aspecto. Así, habrá tres cosas básicas que se tendrá que tener en un taller de coches eléctricos:

1- Habilitar un cordón de seguridad o “espacio eléctrico”

Se trata de una de las transformaciones más importantes pues, como hemos dicho, de las que se tendrán que llevar a cabo. Será un lugar de entrada restringida a los operarios del taller y nadie más deberá acceder. Habrá herramientas especializadas y equipamiento eléctrico, como un multímetro de categoría III a 1.000 voltios, para poder realizar la medición del voltaje del vehículo con total seguridad. Se deberá instalar un cargador de baterías y un equipo que permita mover el coche sin empujarlo (algo así como un traspalé eléctrico, pero para mover más de 2.000 kilos). Todos los bancos de trabajo deberían ser de materiales no metálicos, para evitar cualquier tipo susto en forma de descarga. Por supuesto, todo técnico que esté en esa área, deberá contar con equipamiento de protección individual.

2- Puntos de carga

Los coches eléctricos, como cualquier otro con motor convencional, necesitarán repostar (por decirlo de alguna manera) y mientras ahora, un operario se acerca a una gasolinera, con los coches eléctricos no será tan sencillo. Por eso, todos los talleres tendrán que tener cargadores en sus instalaciones, tanto para cargar las baterías como para comprobar el funcionamiento del sistema y poder encontrar posibles averías. Seguramente se tengan que instalar varios, dependiendo del tamaño del taller y la cantidad de vehículos que puedan acoger y de media, los cargadores cuestan alrededor de 1.000 euros (instalación incluida).

3- Formación especializada del personal

Como era de esperar, el tercer cambio obligatorio de los talleres para coches eléctricos, tiene que ver con el personal. Cada taller tendrá que, o bien formar a su actuales operarios o, por otro lado, contratar mano de obra con formación específica. ¿Esto afectará al resto de mecánicos? Obviamente sí, porque todo aquel que no se adapte y renueve su formación acabará sin trabajo o, quizá, con menos trabajo. Lo que está claro es que los mecánicos electricistas se volverán una especialización muy demandada.

¿Habrá que realizar algún cambio más? Pues posiblemente sí, sobre todo en el apartado de herramientas especiales y en las instalaciones, pues deberán desaparecer la mayoría de los elementos metálicos. Y hay que tener en cuenta que en los talleres actuales, el 95% de las herramientas son metálicas (desde una llave fija hasta la pistola neumática o el elevador…).