Con qué ganas nos sacamos el carnet de conducir y con qué ganas nos compramos un coche, pero cuántas sorpresas nos llevamos después cuando empieza a tocar cambiar neumáticos, hacer revisiones, pasar ITV, llenar el depósito… Tener un coche es una fuente de gastos que de no tener en cuenta, puede suponer un problema. Nos hemos acostumbrado a ver a mucha gente con coche, a que todo el mundo dé por sentado que hay un coche en el hogar, pero nos olvidamos de las obligaciones como la revisión del coche.
Un coche es una máquina y como tal necesita de mantenimiento, de revisiones y de sustitución de piezas y componentes cada cierto tiempo. Esto se debe, principalmente, a que se desgastan con el uso. Muchas de esas piezas, conocidas como consumibles, están sujetas a un estrés muy elevado y eso provoca desgaste y rotura. Las pastillas de freno, por ejemplo, están diseñadas para ir poco a poco desapareciendo con el roce al frenar. Los neumáticos, que también son otro elemento que se debe sustituir, directamente se lijan contra el asfalto.
Con el paso de los años y la mejora de materiales y componentes, las revisiones y los desgastes se han ido reduciendo, esto es, que ahora hay más tiempo entre revisiones. Antes había que hacerlas a menudo, pero ahora se espacian mucho en el tiempo. Es muy posible que podamos estar hasta dos años sin pisar un taller, aunque lo más recomendable es acudir todos los años a realizar una ligera revisión del coche y cambiar líquidos.
¿Cada cuánto se debe hacer la revisión del coche?
Tal y como veníamos diciendo, un coche es una máquina, además, es una máquina sujeta a desajustes por su funcionamiento y por las condiciones en las que trabaja: baches, agujeros en el asfalto, cambios bruscos de temperatura, altas velocidades; todo esto pone a prueba y somete a un enorme estrés a todos sus componentes. Por eso todos los fabricantes establecen un mantenimiento, unos tiempos que se deben cumplir para un correcto funcionamiento del coche que establece cada cuanto se debe hacer la revisión del coche.
Por norma general, el tiempo para cada revisión del coche se hace por número de kilómetros recorridos. Se le suele denominar “revisión por kilometraje” y se trata de una acción preventiva en la que rara vez se tiene que realizar alguna operación importante. Se realiza una revisión completa del coche para comprobar que todo está como debe estar, que cumple con las especificaciones del fabricante y si hay algo que deba ser sustituido. Si se ha cumplido con lo especificado en el libro de mantenimiento, apenas habrá que realizar reparaciones y será una revisión del coche preventiva.
Lo normal en esa “revisión preventiva” es cambiar aceite y, cuando toque, el filtro del aceite. No obstante, nosotros recomendamos cambiar aceite y filtro al mismo tiempo, porque el filtro es un elemento muy barato y no merece la pena ahorrar en ese aspecto los apenas 15 euros puede llegar a costar cuando el estado del aceite depende de dicho filtro. De esta forma, tendremos el motor en un estado perfecto, completamente lubricado con un aceite totalmente limpio en todo momento.
Revisión por kilometraje, ¿Cuándo hay que hacerla?
Por suerte, podemos decir que tenemos los coches más duros y fiables de la historia de esta máquina, capaces de recorrer hasta un millón de kilómetros (existen casos documentados) aunque por lo general, sin llegar a extremos tan elevados, lo normal es que un usuario común pueda completar más de 200.000 kilómetros con un automóvil. Esto supone, aproximadamente, una media de 10 ó 15 años de uso. Es muy común que un usuario normal, un particular que usa su coche para sus quehaceres diarios, complete anualmente entre 10.000 y 20.000 kilómetros.
Ese kilometraje es el que marcará el momento de hacer la revisión al coche. Dependiendo de ese kilometraje tendremos que hacer una revisión al coche normal, comprobar estado de los elementos y poco más o bien tendremos que hacer una revisión completa al coche. Cada fabricante establece un kilometraje específico para las revisiones del coche pero, por norma general, cuando más potente y deportivo sea un coche, más revisiones habrá que realizar.
Vamos a explicarnos un poco más. El motor de un coche deportivo está sujeto a un nivel de estrés mucho mayor que cualquier otro coche, al igual que los frenos, las suspensiones y demás elementos del coche. Eso obliga a tener que realizar revisiones cada menos tiempo. No es lo mismo un motor de 1.500 centímetros cúbicos y 90 CV, que otro con la misma cilindrada y 200 CV. El trabajo realizado por el propulsor es mucho mayor y por tanto, el desgaste también, siendo necesario hacer una revisión al coche más frecuentemente.