La mayoría de los automóviles circulan con el líquido de frenos en mal estado, es una situación preocupante porque afecta a la fricción e hidráulica, poniendo en riesgo a los ocupantes del coche.
Tenemos que tener en cuenta que la principal función del líquido de frenos es la de transmitir la fuerza ejercida sobre el pedal de freno a las pastillas y/o zapatas para llegar a detener el vehículo, por lo que se convierte en un elemento clave de seguridad.
Entre los problemas que pueden surgir en el vehículo, destacamos que se puede absorber la humedad con lo que la efectividad del líquido se reduce y puede provocar corrosión y deterioro prematuro de los componentes del freno (bomba del freno, latiguillos, ABS…).
¿ Qué debemos hacer para evitar el deterioro?
- Revisar el color, el cual tiene que ser siempre, amarillo transparente.
- Debe estar entre las marcas mínima y máxima.
- En AMV te aconsejamos cambiarlo entre el primer y tercer año de uso del vehículo. Si no has revisado el líquido de frenos, deberás ir al taller para revisarlo y que puedan valorar cambiar el líquido de frenos.
- Siempre en talleres especializados y de confianza, realizar un mantenimiento periódico, usar productos de la máxima calidad.
¡PONTE EN BUENAS MANOS!
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